domingo, 18 de octubre de 2009

DORMITORIO DE LOS NIÑOS

Una de las habitaciones que más desorden pueden sufrir dentro de la casa es, a no dudar, el dormitorio de los niños; y aunque se ha convertido en algo así como un cliché, no necesariamente debe darse que estos ambientes deban estar desordenados porque en sus estancias habiten los pequeños.

dormitorio-con-feng-shui.jpg

Tal como ocurre en el concepto pedagojico a la hora de formar a los infantes, los padres son los llamados a orientar y promover la educación y conducta de sus propios hijos, preceptos entre los que también encontramos a la limpieza, la higiene y las buenas costumbres.

dormitorio-juvenil.JPG

Pero no sólo se trata de inculcar, sino también de comprometerse y dar la mano en este difícil proceso de formación; por eso, es que pensando justamente en este desorden que casi siempre se da en el cuarto de los niños, creemos que con unos pequeños consejos se podrá facilitar una nueva actitud en nuestros pequeños.

Primero, coloca muebles resistentes en el cuarto de los niños, e incluye cajones que estén a la altura de ellos mismos, pero también puedes colocar stickers de colores en la parte frontal de los cajones para que identifiquen los contenidos que van en cada uno de ellos, por ejemplo, polos, ropa interior y medias, pantalones, objetos personales, etc.

fdfdfdf.jpg

Casi todos utilizan sus juguetes de la manera que su imaginación se los mande, por eso no debe sorprendernos su desorden, pero si los dotamos de grandes canastas o cajas plásticas de colores para que identifiquen qué tipos de accesorios o juguetes guardar en cada una, sería perfecto.

Distribuye sus habitaciones de tal manera que encuentren en ella todo bien definido, sobre todo cuando se trata de la zona de trabajo o de juego, para que ésta no se mezcle con el resto de la habitación.

dormitorios-para-bebes-modernos.jpg

Prepara un colgador o perchero para tener a mano las prendas más usadas por los pequeños, así evitarás que desordenen todo su armario a la hora de buscarlas.

Y por último, recuerda que nuestros hijos no van a ser más que el reflejo de lo que nosotros mismos sembremos en ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario