lunes, 26 de octubre de 2009

CESAREA

Hoy en día, las cesáreas son procedimientos seguros para ambos, la madre y el bebé. Sin embargo, como ocurre con cualquier tipo de operación, existen ciertos riesgos. En el caso de las cesáreas estos son:
  • Incremento del sangrado (lo cual puede, aunque raramente, necesitar una transfusión sanguínea).
  • Infecciones (generalmente se recetan antibióticos para prevenir infecciones).
  • Lesiones en el intestino o la vejiga.
  • Reacciones a medicamentos.
  • Coágulos sanguíneos.
  • Muerte (raramente).
  • Posible daño al bebé.

Cierto tipo de anestesia local utilizada durante los partos por cesárea alcanza al bebé, pero este efecto es mucho menor del que tendría si la madre recibiera anestesia general (la cual seda al bebé y a la madre). Los bebés que nacen por cesárea algunas veces presentan problemas respiratorios después del nacimiento debido a que el parto no ha potenciado la segregación del fluido de sus pulmones. Esto generalmente mejora por sí solo durante los primeros dos días después del nacimiento.

Tener un parto por cesárea puede — o no— afectar futuros partos y embarazos. Muchas mujeres pueden tener un nacimiento vaginal sin problemas después de un parto por cesárea, pero en algunos casos, los futuros nacimientos tendrán que ser por cesárea, especialmente si la incisión del útero fue vertical en lugar de horizontal. Un parto por cesárea también puede causar ciertos problemas con la placenta en futuros embarazos.

En el caso de emergencias en los partos por cesárea, los beneficios generalmente son mayores que los riesgos. Un parto por cesárea puede salvar su vida y la de su bebé.

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