Aunque todavía no he tenido la fortuna de ser madre, puedo sentirme completamente identificada con aquellas mujeres que no saben cómo educar a sus hijos, cuando están en sus primeros años, ya que todo padre se preocupa por fomentar desde temprana edad, un tipo de conducta "adecuada" en sus hijos. Este tipo de conducta "adecuada" es aquella que lo haga encajar y adaptarse de manera natural, en la sociedad en la que vivimos. Esto implica, transmitirle a sus hijos, los valores y las pautas de comportamiento necesarias, para que éstos se conviertan en personas responsables, educadas, honestas, compartidas, humildes, nobles, comprensivas, etc., es decir, en personas "de bien".
Sin embargo, muchas veces, por más que a los hijos se les fomenten "buenos" valores y se les indiquen las pautas de comportamiento adecuadas, los padres no pueden tener cien por ciento el control de todo lo que "absorben" sus hijos del exterior. Ya que, a medida que éstos van interactuando con otros niños y con otros ambientes, comienzan a aprender de, "su segunda familia".
Para Melinda Blau y Ron Taffel , autores del libro Cómo educar niños más listos, sanos y felices: Las 10 habilidades que marcan la diferencia, la "segunda familia", se refiere a todas las influencias del exterior, que inciden sobre el carácter del niño y su manera de relacionarse con los padres. Estas influencias, no sólo provienen de su relación con otros niños, sino de factores que tienen que ver con la cultura moderna, con el uso de la tecnología, etc.
¿Cuántas veces no les ha pasado, que llega su hijo diciéndoles una frase que no saben ni de dónde sacó? ¿O que su niña de seis años quiere maquillarse y peinarse como Hannah Montana? Todas estas actitudes, muchas veces las adquieren, de la televisión, de estar en el Internet o tras haber acudido a la casa de un compañero de clase.
De ahí, que sea fundamental que los padres trabajen en el fortalecimiento de la identidad de sus hijos, pues como lo señalan Blau y Taffel, "en el interior de cada niño existe una esencia fundamental, que debe ser protegida y fortalecida desde el nacimiento". (Blau y Taffel, 2001, p.18)
Y, como cada niño es diferente, no existe una "receta mágica" que funcione para todos los niños por igual. No obstante, los autores de este libro, hablan sobre una serie de habilidades con las que los padres pueden trabajar, para reforzar la identidad de sus hijos y evitar que éstos sean más "influenciables".
A continuación se presentan las habilidades de las que hablan Blau y Taffel (2001):
Control de las emociones: Es importante enseñarle a los hijos, cómo autocontrolarse, de manera saludable y siempre haciéndolo con base a su temperamento.
Respeto: Incúlquele a sus hijos, escuchar a los adultos responsables, y sentirse a gusto con ellos.
Expresividad: Enséñele a sus hijos cómo expresar sus emociones, con su propio estilo.
Pasión: Mantengan en ellos el entusiasmo y el amor por la vida.
Talento en las relaciones: Dedíqueles un momento para enseñarles cómo establecer relaciones sociales con los demás. Hay muchos niños que "hacen trampa" en los juegos de mesa, indíquele, cómo deben ser las relaciones con los compañeros de juego.
Atención: Enséñele a sus hijos que es importante prestar atención a lo que están diciendo los demás y foménteles el interés por aprender.
Comodidad con el cuerpo: Enséñele a valorar su cuerpo, tal y como es. Ayúdelos a aceptar su aspecto físico.
Precaución: Enséñele a sus hijos el impacto que pueden tener sus acciones sobre sí mismos y sobre los demás.
Inteligencia de equipo: Fomente en sus hijos la capacidad de formar parte de un grupo, sin perder su individualidad.
Gratitud: Enséñele a sus hijos a ser agradecidos con los demás.
Para los autores, reforzar dichos aspectos en la vida de sus hijos, los ayudará a que estos alimenten y refuercen su propia esencia. De esta manera, con una identidad más cimentada, será difícil que alguien externo ejerza influencia negativa, sobre ellos.
Si quieren saber más sobre cómo educar a sus hijos, les recomiendo mucho que lean este libro, ya que recopila muy buenos consejos.
¿Y ustedes, han tenido problemas con la educación de sus hijos? ¡Compártanos sus experiencias!
Sin embargo, muchas veces, por más que a los hijos se les fomenten "buenos" valores y se les indiquen las pautas de comportamiento adecuadas, los padres no pueden tener cien por ciento el control de todo lo que "absorben" sus hijos del exterior. Ya que, a medida que éstos van interactuando con otros niños y con otros ambientes, comienzan a aprender de, "su segunda familia".
Para Melinda Blau y Ron Taffel , autores del libro Cómo educar niños más listos, sanos y felices: Las 10 habilidades que marcan la diferencia, la "segunda familia", se refiere a todas las influencias del exterior, que inciden sobre el carácter del niño y su manera de relacionarse con los padres. Estas influencias, no sólo provienen de su relación con otros niños, sino de factores que tienen que ver con la cultura moderna, con el uso de la tecnología, etc.
¿Cuántas veces no les ha pasado, que llega su hijo diciéndoles una frase que no saben ni de dónde sacó? ¿O que su niña de seis años quiere maquillarse y peinarse como Hannah Montana? Todas estas actitudes, muchas veces las adquieren, de la televisión, de estar en el Internet o tras haber acudido a la casa de un compañero de clase.
De ahí, que sea fundamental que los padres trabajen en el fortalecimiento de la identidad de sus hijos, pues como lo señalan Blau y Taffel, "en el interior de cada niño existe una esencia fundamental, que debe ser protegida y fortalecida desde el nacimiento". (Blau y Taffel, 2001, p.18)
Y, como cada niño es diferente, no existe una "receta mágica" que funcione para todos los niños por igual. No obstante, los autores de este libro, hablan sobre una serie de habilidades con las que los padres pueden trabajar, para reforzar la identidad de sus hijos y evitar que éstos sean más "influenciables".
A continuación se presentan las habilidades de las que hablan Blau y Taffel (2001):
Control de las emociones: Es importante enseñarle a los hijos, cómo autocontrolarse, de manera saludable y siempre haciéndolo con base a su temperamento.
Respeto: Incúlquele a sus hijos, escuchar a los adultos responsables, y sentirse a gusto con ellos.
Expresividad: Enséñele a sus hijos cómo expresar sus emociones, con su propio estilo.
Pasión: Mantengan en ellos el entusiasmo y el amor por la vida.
Talento en las relaciones: Dedíqueles un momento para enseñarles cómo establecer relaciones sociales con los demás. Hay muchos niños que "hacen trampa" en los juegos de mesa, indíquele, cómo deben ser las relaciones con los compañeros de juego.
Atención: Enséñele a sus hijos que es importante prestar atención a lo que están diciendo los demás y foménteles el interés por aprender.
Comodidad con el cuerpo: Enséñele a valorar su cuerpo, tal y como es. Ayúdelos a aceptar su aspecto físico.
Precaución: Enséñele a sus hijos el impacto que pueden tener sus acciones sobre sí mismos y sobre los demás.
Inteligencia de equipo: Fomente en sus hijos la capacidad de formar parte de un grupo, sin perder su individualidad.
Gratitud: Enséñele a sus hijos a ser agradecidos con los demás.
Para los autores, reforzar dichos aspectos en la vida de sus hijos, los ayudará a que estos alimenten y refuercen su propia esencia. De esta manera, con una identidad más cimentada, será difícil que alguien externo ejerza influencia negativa, sobre ellos.
Si quieren saber más sobre cómo educar a sus hijos, les recomiendo mucho que lean este libro, ya que recopila muy buenos consejos.
¿Y ustedes, han tenido problemas con la educación de sus hijos? ¡Compártanos sus experiencias!
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