La natación es uno de los deportes más completos que existen y para que los niños desarrollen esta afición, es importante familiarizarles desde muy pequeños con el mundo del agua. Existen escuelas de natación para facilitar la adaptación al medio acuático, pero las sesiones en la piscina no son la única fórmula, en casa el momento del baño puede ser muy útil para que el bebé pierda miedo al agua y así aprenda a disfrutar de ella.
Sin embargo, desde los primeros meses, generalmente a partir de los seis, se puede iniciar al bebé en el medio acuático.
Garantías que debe cumplir una escuela de natación para impartir las clases con los bebés:
- Personal cualificado de forma específica para trabajar con niños
- Temperatura del ambiente y de la piscina adecuados (unos 30º C)
- Condiciones suficientes de higiene. Las piscinas de los bebés deben tener menos cloro
- Un monitor por cada uno o dos niños
- La piscina de los pequeños ha de ser sólo para ellos, nunca compartirla con adultos
- Horarios asequibles, teniendo en cuenta los horarios de las comidas de los niños.
- El método utilizado no debe “presionar” al niño para que aprenda a flotar. Se trata de que le pierda miedo al agua y la vea como algo lúdico. Importa más que la experiencia sea grata a que consiga la flotación
Lo fundamental es que adquieran el gusto por el agua. No hay que obsesionarse porque floten.
Recordar que si el niño tiene hábitos deportivos desde la infancia los tendrá de adulto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario