Te contamos qué debes hacer para que tu hijo adquiera mayor seguridad para hablar
Que los niños tengan problemas para expresarse con fluidez es algo normal cuando son pequeños, ya que el periodo de desarrollo del lenguaje aún no se ha completado.
Sin embargo, muchos pequeños presentan problemas de tartamudez, que en la mayoría de los casos se pueden solucionar, ya que solamente el 1% de los niños que la sufren lo hacen de manera crónica.
Es importante que los padres no le den una excesiva importancia a este hecho, de esa forma evitarán que el niño se sienta incómodo e inseguro a la hora de expresarse, algo que podría aumentar su nivel de tartamudez.
No se debe presionar al niño en ningún momento. Es necesario quitarle importancia al problema en el caso de que sean niños muy pequeños, si son mayores ya entra en juego un componente psicológico que se debe trabajar con la ayuda de un profesional.
Lo que no se deben usar a la hora de referirnos al problema que tiene con la tartamudez es precisamente esa palabra, generalmente los niños no comprenden su significado y puede resultarles un término desagradable, que puede sustituirse fácilmente por otros que le resulten mucho más familiares.
Verónica Minguito Orellano, Logopeda y especialista en atención temprana y psicomotricidad, aconseja que “En niños pequeños es necesario no darle importancia para que el problema no se solidifique. El ambiente debe ser tranquilo, dejarle hablar y nunca anticiparse a lo que quiere decir”.
Un problema común que puede tener solución
Tampoco resulta positivo que se le diga al niño que debe estar tranquilo o que hable más despacio, estas pautas le pueden generar mayor ansiedad y por lo tanto aumentar la tartamudez.
Verónica Minguito Orellano asegura: “La tartamudez, en la mayoría de los casos, tiene un componente psicológico, si mientras hablamos con el niño, éste se da cuenta de que le prestamos demasiada atención a sus bloqueos aumentará la tartamudez y los problemas de fluidez”.
Resulta muy importante que no se terminen las frases del niño cuando éste comienza a tartamudear, los padres deben mantener el contacto visual de forma constante con los pequeños y no interrumpirles, sino dejar que terminen para aumentar la seguridad en sí mismos.
En caso de que la tartamudez persista en el tiempo es recomendable acudir a un especialista en logopedia para que pueda valorar al niño y ofrecerle la ayuda necesaria para superar el problema.
Sin embargo, muchos pequeños presentan problemas de tartamudez, que en la mayoría de los casos se pueden solucionar, ya que solamente el 1% de los niños que la sufren lo hacen de manera crónica.
Es importante que los padres no le den una excesiva importancia a este hecho, de esa forma evitarán que el niño se sienta incómodo e inseguro a la hora de expresarse, algo que podría aumentar su nivel de tartamudez.
No se debe presionar al niño en ningún momento. Es necesario quitarle importancia al problema en el caso de que sean niños muy pequeños, si son mayores ya entra en juego un componente psicológico que se debe trabajar con la ayuda de un profesional.
Lo que no se deben usar a la hora de referirnos al problema que tiene con la tartamudez es precisamente esa palabra, generalmente los niños no comprenden su significado y puede resultarles un término desagradable, que puede sustituirse fácilmente por otros que le resulten mucho más familiares.
Verónica Minguito Orellano, Logopeda y especialista en atención temprana y psicomotricidad, aconseja que “En niños pequeños es necesario no darle importancia para que el problema no se solidifique. El ambiente debe ser tranquilo, dejarle hablar y nunca anticiparse a lo que quiere decir”.
Un problema común que puede tener solución
Tampoco resulta positivo que se le diga al niño que debe estar tranquilo o que hable más despacio, estas pautas le pueden generar mayor ansiedad y por lo tanto aumentar la tartamudez.
Verónica Minguito Orellano asegura: “La tartamudez, en la mayoría de los casos, tiene un componente psicológico, si mientras hablamos con el niño, éste se da cuenta de que le prestamos demasiada atención a sus bloqueos aumentará la tartamudez y los problemas de fluidez”.
Resulta muy importante que no se terminen las frases del niño cuando éste comienza a tartamudear, los padres deben mantener el contacto visual de forma constante con los pequeños y no interrumpirles, sino dejar que terminen para aumentar la seguridad en sí mismos.
En caso de que la tartamudez persista en el tiempo es recomendable acudir a un especialista en logopedia para que pueda valorar al niño y ofrecerle la ayuda necesaria para superar el problema.
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