viernes, 22 de julio de 2011

MODA DE LUJO PARA LOS PEQUES

La tentación de ver a nuestros hijos como una extensión de nosotros mismos es natural. Apenas nacen, buscamos adjudicar de quién heredaron los ojos, la boca, la nariz. Con el lanzamiento de varias líneas infantiles por parte de grandes marcas de moda como Fendi, Lanvin y Gucci, la proyección de los padres en los hijos está adquiriendo una nueva dimensión.
Por supuesto, desde hace mucho tiempo se fabrica ropa de lujo para niños, pero hasta hace poco, marcas tradicionales como Bonpoint eran la máxima expresión de la modas para pequeñitos y sólo se lucían para ocasiones especiales.
Hace unos días, la casa de modas francesa Lanvin presentó en Manhattan una línea infantil diseñada por Alber Elbaz. Siguiendo la tradición de Jeanne Lanvin, quien confeccionó ropa para niños a comienzos del siglo XX, Elbaz causó sensación cuando presentó sus confecciones en miniatura para niñas pequeñas, algunas acompañadas por muñecas con atuendos que combinaban. Aunque hubo algunos que adoptaron la tendencia hace un par de años, como Armani y Stella McCartney, quien creó una línea altamente popular para la cadena de ropa Gap, el entusiasmo del mundo de la moda por la ropa infantil alcanzó su furor este año. Las casas de diseño adaptaron a tamaños miniatura estilos populares entre los mayores, lo que les permitió a los padres hacer juego con sus hijos pequeños.
Esta temporada, Gucci lanzó una línea para bebés y niños de 2 a 8 años, luego de una campaña en la que aparece Jennifer López y sus hijos jugueteando en la playa de Malibú. La colección —que incluye una línea completa de ropa junto con zapatos, bolsos, joyas y gafas de sol que van desde US$50 a US$3,550 en EE.UU.— incorpora símbolos icónicos de Gucci. El monograma de la doble G aparece en todos lados, desde impermeables hasta bufandas. "La ropa infantil tiene todas las características de Gucci pero está diseñada para permitirles a los niños expresarse realmente", afirmó la directora creativa de Gucci, Frida Giannini. "Usé materiales lujosos pero también tuve mucho cuidado para que cada parte fuera apta para niños. Obviamente debe haber énfasis en la comodidad porque los niños quieren moverse y jugar cuando quieran".
Desde la perspectiva de los padres, la mayor preocupación podría ser que el producto no sexualice a sus hijos, un desafío para casas conocidas por una silueta más reveladora. En diciembre, Young Versace, la interpretación en tallas pequeñas que Donatella Versace hace de la estética de su marca, llegará a las tiendas. Con un enfoque similar al de Giannini, la colección incluye iconografías de la casa, incluyendo el símbolo de Medusa y la inspiración en relieves griegos, en prendas como una falda con trozos de cristal y un minivestido de un hombro.
Para los niños tiene una camiseta en la que aparece bordada la imagen de un preescolar con corte de pelo punk. Aunque a algunos padres las prendas podrían parecer un poco nocturnas para niños que se van a dormir a las siete de la noche, Versace insistió en que es para divertirse. "Somos conocidos por nuestra estética de estilo rock and roll, que puede ser moderna pero no necesariamente es sexy o inapropiada. Nuestros diseños para niños serán influenciados por la música y la cultura popular", sostuvo la diseñadora. Gian Giacomo Ferraris, el presidente ejecutivo de la casa de modas, anticipa que la línea infantil representará 10% de las ventas globales de la empresa en cinco años.
Fendi también presentó su línea para niños hace pocos días en Nueva York, con prendas que varían de US$140 a US$500.
Aunque la posibilidad de que los parques se llenen de ejércitos de niños con prendas de alta costura son bajas, para algunos padres, e incluso más absurdo, para los adultos que ni siquiera pueden darse el lujo de las versiones para grandes, al final todo busca ser diversión. Como observa Giannini, una colección de niños exitosa reúne un toque de ironía. "Sin duda, no quiero que los niños parezcan versiones en miniatura de sus padres. Reinterpreto el glamour característico de Gucci con un espíritu juguetón", dice. La línea infantil de Stella McCartney ejecuta muy bien esta idea, y presenta prendas como una chaqueta de jean y un abrigo color beige que están inspirados en sus propios diseños de pasarela, con precios muchos más razonables, que van desde los US$20 a los US$150.
De todos modos, la mayoría de los padres no hará de las prendas de lujo —por ejemplo, un vestido túnica de satín de US$425 y un abrigo de cuero de US$1,375 de Burberry, o un esmoquin de tres piezas para niños de Gucci— la base del guardarropas de sus hijos (a no ser que se trate de Suri Cruise, la hija de Tom Cruise). Estas prendas especiales serán entregadas como regalos, mezcladas con ropa de tiendas de cadena y, antes de que pase mucho tiempo, marcadas con las inevitables manchas de comida y mugre. Además, en el caso de los niños, no hay que preocuparse por haberse quedado con una prenda que pasó de moda. Antes de que sus costosos atuendos pierdan su gracia, casi con seguridad les quedarán pequeños.

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