Para los adultos, escuchar música que nos sea agradable puede ser el complemento perfecto para disfrutar de un buen momento de relax, o el punto máximo de efervescencia en una fiesta en la cual damos rienda suelta a nuestras habilidades danzatorias. En el caso del bebé, es sabido que a partir de la es capaz de oir e incluso recordar melodías, por lo menos hasta el primer año de nacido.La música produce tanto en la madre como en el feto efectos relajantes, lo cual es importante en el desarrollo futuro del niño, pues al escuchar determinada melodía, la asociará con el ambiente que lo rodeaba en el vientre materno y lo relajará de manera notable. Para este efecto, también se sugiere el uso de sonidos relajantes (por ejemplo sonidos de la naturaleza, canto de aves, arroyos, sonidos del mar).
Algunos autores aseguran que el escuchar música desde antes de nacer puede incrementar la inteligencia del niño, pero no hay estudios sólidos que respalden esta afirmación. Lo que está más documentado es el llamado “Efectos Mosart” según el cual, la música estimula ciertas partes del cerebro relacionadas con el habla, la coordinación y otras actividades psicomotrices. Cabe mencionar que, en contra de lo que pueda sugerir el nombre, el estudio en sí habla de música en general, no sólo de un compositor o cantante en particular, siendo el nombre derivado de una línea de productos muy conocida. Existe además una amplia gama de productos en el mercado que ofrecen diversas alternativas.
Aunque muchos especialistas recomiendan que la música sea clásica, lo cierto es que otros géneros también son válidos. No se ha demostrado que un niño expuesto a música clásica vaya a ser un intelectual a futuro, así como tampoco se ha demostrado que un niño que escuche música metal vaya a ser un rebelde sin causa. Eso sólo corresponde a ciertos estereotipos que la sociedad tiene.
Lo que los padres deben aprovechar es el potencial que ofrece la música como vehículo para interactuar con nuestros niños. Es conveniente dedicar un tiempo del día para hacerles escuchar diferentes melodías y observar cómo reaccionan. Es posible que descubran ciertas tonadas o sonidos que lo relajen a tal punto que se pueden usar cuando haya dificultades para dormir por ejemplo.
En resumen, la música puede ser una gran aliada en el desarrollo de nuestro bebe, incluso desde antes del nacimiento. Como cualquier actividad que se desarrolla en la etapa formativa del niño, debe ser incentivada y promovida por los padres, incluyéndola dentro de la rutina que se sigue, aprovechando de paso la oportunidad para pasar tiempo de calidad con nuestros hijos
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