Esto afirma un estudio publicado este mes en la revista Pediatrics, especializada en salud infantil. Según han concluido los investigadores aquellos niños que tienen la posibilidad de dormir más los fines de semana este les permite recuperar el sueño atrasado de la semana escolar, y así mitigar los efectos de un descanso irregular o insuficiente.
Este estudio investigó los efectos de la duración y de la regularidad de los horarios de sueño y su relación con el Índice de Masa Corporal (IMC) y la regulación del metabolismo, entre niños en edad escolar. Para ello se analizaron los casos de más de 300 niños entre 4 y 10 años, evaluando tanto los patrones de sueño como su IMC.
En general se observó que la mayoría de los niños dormían en promedio unas 8 horas los días de escuela (menos de lo recomendado por los pediatras). Pero sí notaron que los niños con obesidad en su mayoría, no “recuperaban” sueño el fin de semana. Por lo cual, concluyeron que a menor y más irregular cantidad de horas de sueño existe una mayor tendencia de tener efectos adversos en el metabolismo que pueden incidir en el aumento de peso de los niños.
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