Después de mucho tiempo de analizar los pros y los contras de pagar a alguien para tomar fotos de mis pequeños, decidí no quedarme con las ganas. Me fascina tomarles fotos a mis hijos pero no hay como un profesionista para tomar ciertas fotos del recuerdo.
Yo sabía que no podía llevar a un estudio ni a mis hijos ni a mi esposo así que contraté a una fotógrafa profesional para tomarnos fotos en el Parque y en los juegos, el lugar habitual de nuestras tardes, y así obtener fotos más espontáneas.
La sesión fue divertida pero un poco frustrante para mi, porque no salio al 100% como yo esperaba. Los niños estaban encantados con el papá, así que era la novedad y no querían salir conmigo en las fotos. Una de mis razones para hacer la sesión de fotos era precisamente que yo saliera porque siempre soy la fotógrafa y hay pocas fotos mías con los niños.
Los niños suelen ser muy espontáneos conmigo y suelen cantar, bailar y hacer cualquier cosa sin importar que estemos en un lugar público. Yo quería una tarde así en la que se reflejara como son y lo que hacemos sin embargo al estar el papá y la fotógrafa actuaron distinto y les tomo tiempo habituarse y dejarse llevar.
En fin, esas fueron algunas de las cosas que me gustaría que consideraran al planear una sesión de fotos familiar:
- Hablen previamente a detalle con el fotógrafo para explicarle cuál es el objetivo de la sesión, que les gustaría ver plasmado en las fotos: espontaneidad, poses, personalidad, caras locas, etc.
- No esperen demasiado de la sesión de fotos, con esto quiero decir que se relajen y dejen que las cosas fluyan y el fotógrafo haga su parte. Es muy probable que las imágenes que tenían en mente y que quieren perpetuar de la convivencia diaria con sus hijos no se den, sin embargo se darán otras muy padres pero diferentes a lo que tenían pensado.
- Dejen que los guié el profesional, es su trabajo, como dicen por ahí: "flojitos y cooperando". Quizá no sale la foto tal cual como la tenían en mente pero saldrá otra igual de bonita.
- Usen ropa cómoda tanto para ustedes como para sus hijos. Esta bien tener la foto de la familia perfecta pero también es bonito tener fotos de un día cualquiera, intentando vernos más guapos pero sin estar demasiado al pendiente de lo que traemos puesto y cómo nos vemos.
- Tomen descansos que permitan que surjan momentos espontáneos.
- Dejen a sus hijos guiarlos y aunque el fotógrafo este buscando cierta imagen, hablen con el o con ella para que siga a sus hijos y tome los momentos que se van dando.
- Tengan paciencia, al principio todos estarán un poco tiesos, poco a poco se van soltando tanto ustedes como los niños. Además no es tan sencillo conseguir que los niños estén volteando justo a la cámara.
- Disfruten de la sesión y dejen al fotógrafo hacer su trabajo.
- No presionen a los niños con sonrisas y comportamientos, déjenlos ser ellos mismos y que el fotógrafo capture esa esencia e instantes.
- Elijan un día en el que no estén muy cansados y una hora en el que todos estén dispuestos ha hacerlo. De nada les sirve tener todo planeado si es justo la hora de la siesta o acaban de salir del colegio y lo único que quieren es estar en casa.
- Disfruten, disfruten, disfruten
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