La otitis externa también llamada oído de nadador, es una inflamación del conducto externo ocasionada por el exceso de agua, humedad, arena o basura y provoca fuertes dolores de oído
El oído está conformado por tres secciones, el oído externo, el medio y el interno. El conducto auditivo externo tiene más o menos una longitud de 2,5 cm. y está integrado por dos partes, una externa formada por un canal cartilaginoso y otra interna que atraviesa el hueso temporal.
Este canal está recubierto de piel y por lo mismo está propenso a padecer las mismas enfermedades que la piel del resto del cuerpo. Presenta abundantes folículos pilosos (vellitos) en la zona externa y tiene unas glándulas que segregan cerumen o cerilla, sustancia que protege al acidificar el conducto y con ello reducir al mínimo el crecimiento de bacterias.
La otitis externa u oído del nadador es la inflamación del conducto auditivo externo y se debe en la mayoría de los casos a infecciones provocadas por bacterias en la piel que recubre el conducto auditivo o por procesos alérgicos. Por lo general estas infecciones se deben a diversos tipos de bacterias o de hongos que se desarrollan en el canal auditivo de personas que están expuestas a humedad persistente y excesiva.
Entre las bacterias que ocasionan la otitis externa están el Staphylococcus, Streptococcus y Pseudomonas, pero en ocasiones otros microorganismos también se ven implicados como pueden ser distintas especies de hongos o virus como los de la familia del herpes, la candida, la foliculitis aguda producida por Staphylococcus o la erisipela producida por Streptococcus.
También se puede inflamar si entra arena o basura al conducto del oído, por alguna cortada o lesión causada por algún objeto, por el uso prolongado de tapones en los oídos, la acumulación de jabón o champú o por padecer dermatitis atópica o eccema y psoriasis entre otras enfermedades.
No es una enfermedad contagiosa y es muy común que los niños, adolescentes y algunos adultos jóvenes sufran del terrible dolor de oídos después de nadar o bucear por largos periodos de tiempo, especialmente en albercas que contienen grandes cantidades de cloro, en ríos, lagos, estanques contaminados, aunque también puede presentarse con el agua de un baño en regadera.
Es un padecimiento más frecuente en climas cálidos o en épocas de calor o vacaciones debido a la cantidad de personas que para refrescarse se ponen a nadar y bucear aunque también se detectan casos de otitis externa en personas que se introducen algo al canal auditivo para tratar de limpiar los oídos o en personas que padecen otitis media, ya que la infección puede pasar de un segmento a otro del oído.
Para prevenirla se deben secar bien los oídos después de estar en el agua o si el médico lo recomienda, se deben utilizar tapones y evitar nadar en aguas sucias o contaminadas.
IMPORTANTE: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico médico, por lo que no nos hacemos responsables sobre su uso
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