Leer a los pequeños desde recién nacido conlleva una serie de ventajas relacionadas con la atención y el lenguaje. Además de hablar con ellos en un lenguaje natural y cotidiano es importante leer textos cortos que ayuden a consolidar algunas habilidades y a afianzar el afecto familiar.
La lectura en niños pequeños ayuda a:
- Promover la habilidad de escuchar, de empezar a reconocer sonidos en relación con las palabras y los sentimientos, estimulando sus sentidos.
- Incrementar el número de palabras más allá de las cotidianas ayudándolos a "escuchar" palabras poco comunes. En esta etapa no relacionará las palabras con los significados, ni los dibujos con objetos de su entorno, pero es el comienzo que necesitamos.
- Cuando iniciamos la lectura vemos que el niño dirige sus ojos, su cabeza hacia el lugar de donde proviene la voz, desarrollando de esta manera su atención
- Aprender poco a poco las características del objeto libro y un día de pronto vemos cómo pasan las hojas, cómo se detienen ante las ilustraciones reconociéndolas, cómo imitan la lectura
- Estimula la imaginación aunque inicialmente no diferencia entre las imágenes y la realidad.
- Promover un mayor acercamiento entre padres y bebés.
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