sábado, 19 de febrero de 2011

HABITACIÓN DEL PEQUE



 - Convertir la habitación de tu bebé en el nido más seguro
Elegirás la cama adecuada

La cuna, reservada a los niños de entre 0-3 años, debe cumplir unas estrictas normas de seguridad. Debe estar rodeada de barrotes o láminas de madera o plástico que deben medir, por lo menos, 60 cm de alto. Los montantes deben permanecer elevados y bloquearse cuando el niño esté en la cama y la distancia entre barrote debe ser de entre 4,5 y 6,5 cm. Además, su orientación tiene que ser en vertical para que la cabeza, los brazos o las piernas del pequeño no se queden encallados.
Importante: si decides pintar la cama de otro color recuerda que debes utilizar pinturas totalmente ecológicas. El bebé, a medida que crezca, podría morder los barrotes; con este tipo de pintura evitarás cualquier posibilidad de intoxicación.

Esconderás los enchufes

Ya desde bebé empezará a toquetearlo todo, sobre todo aquellas cosas que su mamá le prohíba tocar. Así que recuerda poner tapa enchufes y esconder los cables que cuelguen de los muebles o vayan de una habitación a otra.
Importante: en los consejos de decoración nos proponen divertidos sistemas para disimular los enchufes y los cables eléctricos.
Adaptarás el mobiliario
Al bebé sólo le apetecerá una cosa: escalar todo aquello que tenga al alcance, es decir, el sillón, el sofá, la cómoda, las estanterías... Para evitar una grave caída fija los muebles a la pared siempre que sea posible: atornilla las patas o las esquinas. Añade esquineras redondeadas en las mesas, la cómoda, etc. y retira los pestillos.
Nuestro consejo: elije muebles a su medida para favorecer su autonomía y que pueda, por ejemplo, sentarse solo a la mesa para pintar.
Importante: en cualquier comercio especializado encontrarás paquetes de protección: bloqueadores de puertas, cantoneras, bloqueadores de tiradores, antibasculantes, etc.
Le inculcarás ciertas reglas de orden
Tu pequeño se las apañará muy bien para hacer de su habitación una auténtica leonera. Así que no esperes para inculcarle algunas nociones de orden.
Pon a su alcance una caja con ruedas para los jugetes así podrá llevarla de acá para allá y recogerlos todos él solito. A los treinta meses ya podrá aprender a tirar al cubo la ropa sucia y a ordenar su ropa limpia. Preséntale todas estas tareas como si fueran un juego y no olvides que además de en las tareas de orden, también debes dejar que intervenga en la decoración de la habitación. Le gustará ser tratado como un adulto. Encárgate de que aprenda a ser responsable

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