miércoles, 19 de octubre de 2011

EL MAESTRO


El maestro y su misión de educar

Todo el que ingresa a la carrera de pedagogía debiere hacerlo animado  por la vocación trascendente  de enseñar  a las nuevas generaciones que están ingresando a los diferentes niveles de educación que se imparten en el país. La tarea del maestro es instruir y educar  estudiantes capaces, para que  estos con la capacidad adquirida ayuden a promover el crecimiento  de sus familias y del país y sus instituciones representativas.

Por eso, cuando una persona se ha  propuesto ingresar  al magisterio para integrarse a las aulas, a través de la labor docente, debe  hacerlo animado por  el amor a los niños  y niñas, que esta llamado a educar. De lo primero que debe estar consciente todo maestro, es deque su  labor educativa, para ser trascendente  debe estar matizada  por la creatividad y el amor  a su vocación docente, ya que estas son las únicas garantías  para formar estudiantes  con altos niveles de rendimientos en las diferentes ramas del conocimiento. 


Por eso , José Ingenieros nos dice que el maestro: “..despertara  capacidades  con el ejemplo, enseñara a hacer  haciendo, a pensar pensando a amar amando”. Sólo así lograra el maestro  ir formando el carácter de los hombres y mujeres  que por necesidad tendrán  la responsabilidad de dirigir la sociedad en el mañana. Por eso el mejor maestro es el que  además de enseñar, al mismo tiempo,  vive aprendiendo, día a día, tanto en las aulas, en los libros  como en la vida. 

Todo educador debe  evitar  que  las influencias políticas  partidarias  penetren a  las aulas escolares, porque ellas parcializan  y distorsionan el rol educativo del maestro  y disminuyen, además,  los niveles de conocimientos  que el alumno debe de ir adquiriendo  y porque además las influencias políticas en las aulas, parcializan la forma de pensar, primero del maestro a favor de una corriente o colectividad  política y luego porque el alumno aprende  y reproduce, los métodos, y las practicas de comportamientos  parcializados, que responden a  criterios dogmáticos e interesados, provenientes de un proceso de enseñanza  distorsionado, y ello, como es natural, tiende a disminuir  las diferentes formas de crear y de pensar de los alumnos.

Cuando la política partidaria incursiona en las aulas  el ejercicio docente se ve disminuido en su independencia y su creatividad, ya que en vez de jugar una función positiva  y orientadora a favor del crecimiento del sistema educativo, y de todos los actores que intervienen en el proceso educativo, ese comportamiento contribuye a la creación de obstáculos  para el desarrollo del sistema educativo en su conjunto.

Cuando tanto la docencia como el aprendizaje de los alumnos  son independientes de las influencias políticas partidarias  y los mismos obedecen a los planes  y estrategias planteadas  por el Estado, con el animo de que el trabajo del maestro  sea un soporte para apoyar la transmisión de conocimiento al alumno, con el objetivo de que la enseñanza se convierta en un instrumento al servicio del desarrollo, tanto de la producción de bienes, como del bienestar material y espiritual de  las personas, entonces, cuando prevalecen esos criterios, se pueden lograr avances significativos  en el sistema educativo.

Debemos decir  que aunque el carácter clasista de la educación es una realidad  incuestionable, sin embargo el sello partidario nunca deberá prevalecer en los maestros  al momento de enseñar contenidos y técnicas  de conocimientos  a sus alumnos en las aulas.

La labor educativa del maestro exige   una consagración en lo que concierne  a su tarea de transmitir conocimientos y  enseñar, esto debido a la gran responsabilidad social que esta implica, no sólo en las  aulas, sino también en todas sus  tareas  públicas y privadas  en el seno de la sociedad, que le ha confiado esta misión de educador.

La tarea de enseñar exige al  maestro un desempeño eficiente, ya que si este no desempeña su función de forma eficiente, con su falta de eficiencia, le causa daños irreparables,  primero a los alumnos  y después a  la sociedad y a las familias que le han confiado la sagrada misión de educar a sus hijos. La función del  maestro en las aulas consiste en desarrollar al  máximo  aquellas aptitudes   en que sus alumnos demuestren  mayores  aptitudes y destrezas, ya que de esa forma obtienen los  mayores  logros  en la formación de las nuevas generaciones  de profesionales  que deberán servir  con eficiencia  en las diferentes ramas del saber, una vez sean recibidos  por la sociedad  para el desempeño de diferentes posiciones, sean estas en el sector  publico o privado.       

En estos trompos de crisis  moral y material, en donde las familias  para poder subsistir  tienen que esforzarse, cada día mas,  el Estado debe preocuparse  para que los maestros  y las maestras se sientan bien  y desarrollen su labor con gusto, por eso  el incentivo salarial  es un elemento de  reconocimiento  y motivación  para los docentes. Ahora que el gobierno dominicano  ha dispuesto   un aumento de un 15% en el salario de los docentes, el mismo debe ser recibido con beneplácito y seguir proyectando la posibilidad de mayores mejorías, tanto  en el aspecto de mejorías a las obras de infraestructuras escolar como en todo lo que tiene que ver con el desarrollo  humano de los docentes.

En la época actual, matizada por los vicios, el aumento de la criminalidad  y las actuaciones  irreflexivas  de los seres humanos  se necesitan  maestros  que comprendan  la necesidad de que  los alumnos  deben retornar  a las  tareas  de las lectura comprensiva, como  una forma de crearles hábitos  de lectura a los alumnos y al mismo tiempo la lectura comprensiva es el  punto de partida para enseñar a los estudiantes a reflexionar y a pensar,  ya que la mayor pobreza   que arrastra el sistema educativo  actual es que los estudiantes están repitiendo y copiando contenidos, sin embargo, estos  no están consiguiendo  construir  ideas y pensamientos  propios  de cara  a su formación y de cara a la demanda de los profesionales que exige  sociedad, que deben ser capaces y competentes.

El maestro del presente  debe estar consciente de que su labor educativa  necesita  comprender el proceso de cambios que esta viviendo el mundo, como condicio0n necesaria, para poder  formar  estudiantes y profesionales competentes. En el caso de las  universidades, que pueden adaptarse a las exigencias y condiciones laborales  que exige el mercado de trabajo  y las empresas del país, seguirán creciendo como centros de educación y conocimientos, ya que si los estudiantes que están formando la presente generación  de maestros  y maestras obtienen  la competencia  profesional deseada, que les permita ingresar al mercado de trabajo con éxito, ello contribuye  a una vida social mas placentera para las familias y para la sociedad en su conjunto.

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