¿En qué consiste? ¿Es hereditario? ¿Cómo actuar frente a una persona con Síndrome de Down? ¿Qué desafíos nos plantea? Este artículo recoge respuestas a estas y otras interrogantes.
El síndrome de Down es una condición genética que ocurre a personas comunes. Consiste en que las células de la persona tienen un cromosoma de más, es decir, 47 cromosomas en lugar de 46.¿Es hereditario?, Menos del 5% de los casos lo es.
Al contrario de la información que la mayoría manejamos, y si bien la condición de tener síndrome de Down implica una alteración genética en la persona que lo tiene, toda mujer podría dar a luz a un hijo con síndrome de Down, ya que más de un 90 % de los casos son “al azar”,
(Aunque mi creencia indique que no existen casualidades, sino “Dios- idencias”).
Mi creencia antes de que naciera mi hija con síndrome de Down era que esto era hereditario y que sólo tenían hijos con síndrome de Down personas que en su familia han tenido alguien con esa condición, o bien que sólo podían tener hijos con síndrome de Down mujeres mayores de 40 años.
Yo a mis 26 años no calzaba con ninguna de las dos agrupaciones.
Si bien las estadísticas indican mayor número de nacimientos de niños con síndrome de Down en mujeres mayores de 40 años, hay mayor número de mujeres menores de 40 años que tienen hijos, es decir, nacen más niños (en general) cuando las mujeres son más jóvenes y esto aumenta a su vez la posibilidad de que entre esos niños de mujeres más jóvenes también nazcan niños con síndrome de Down.
Saliendo de lo técnico quisiera referirme al significado de la existencia de personas con síndrome de Down en su dimensión integral, y como lo he mencionado anteriormente, mi creencia en que su existencia no es casual, ni la de ellos, ni la de nadie.
La presencia de una persona con discapacidad intelectual, o síndrome de Down es una oportunidad para cualquier contexto, y sólo mencionaré algunas de ellas:
La familia está llamada a sentar prioridades y a jugársela por completo en el amor incondicional.
El educador está llamado a mejorar sus prácticas educativas debiendo reconocer que está frente a un alumnado heterogéneo.
La educación superior está llamada a reconocer el derecho a ampliar los conocimientos de todos y por siempre.
El trabajador está llamado a acercarse a su compañero “especialmente diferente”, y botar prejuicios para generar vínculos.
El empresario está llamado a complementar sus objetivos de enriquecimiento no sólo desde lo monetario.
Todos llamados a aprender a partir de nuestras diferencias movidos por el amor al prójimo, todos llamados a hacer una pausa y quitar el pie del acelerador para ir a un ritmo más lento, más reflexivo y menos impulsivo.
Las personas con síndrome de Down nos desafían a reflexionar acerca de nuestras prácticas diarias y finalmente, si logramos vencer nuestras discapacidades personales, claramente nos convocan a vivir mejor en todo ámbito.
¡La información es necesaria, la vivencia irremplazable!
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