La menarca, o primera menstruación; ocurre, según los casos, entre los diez y los catorce años. Es el inicio de una etapa, en que las nenas se transforman en señoritas y en la que resulta conveniente que asistan a un ginecólogo por primera vez, para controlar que todo está en orden. ¿Cómo encarar esa visita?
Al entrar en la adolescencia, en las mujeres comienza la función de los ovarios y una movilización corporal que pasa a conferirle todas las características sexuales externas: el crecimiento de las mamas y el vello pubiano. Llega entonces el momento de pensar en la primera visita al ginecólogo. ¿Tan pronto? ¿Antes de iniciar relaciones sexuales?
Así como durante la infancia se consulta regularmente al pediatra, al llegar a la pubertad es bueno empezar a tomar en cuenta que los cambios que caracterizan esta etapa en las mujeres, fundamentalmente el cuidado de su aparato genital, conciernen al ginecólogo. Lo ideal sería que las adolescentes se acercaran al consultorio para informarse de todo lo que les está ocurriendo. Esta consulta debería hacerse en salud como una forma de prevención.
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